viernes, 11 de septiembre de 2015

Fragmento del texto: “El deseo y su interpretación”. Lacan, J. (1958-1959). En: El seminario, libro 6. Editorial Paidós. 2014. Pág. 24. [Primera parte del comentario]

“Si esta experiencia del deseo del Otro es esencial, se debe a que permite al sujeto realizar ese más allá de la articulación lingüística alrededor de la cual gira esto: que el Otro es quien hará que un significante u otro esté presente o no en la palabra.”

Comentario:

Paul Ricoeur, se interesó en establecer una comprensión del discurso que permitiera establecer el estatuto y las propiedades del lenguaje. Testimonio de ello son los ensayos que podemos encontrar agrupados bajo el título: “Teoría de la interpretación. Discurso y excedente de sentido”. Allí, se esforzó por identificar las diferencias entre el lenguaje hablado y el lenguaje escrito, así como por esclarecer lo que, a su juicio, resulta problemático en la propuesta de Saussure, quien habría llevado al abandono del estudio del discurso, debido a que su trabajo se centraba en la distinción entre langue y parole: “El abandono del problema del discurso en el estudio del lenguaje es el precio que debemos pagar por los resultados a que dio lugar el famoso Curso de lingüística general del lingüista suizo Ferdinand de Saussure.”1

Es evidente que el esfuerzo de Ricoeur no carece de mérito. Sin embargo, las conclusiones a las que arriba presentan una equivalencia problemática entre la intención subjetiva del hablante y el sentido del discurso: “…la intención subjetiva del hablante y el sentido del discurso se traslapan de tal manera que es lo mismo comprender lo que el hablante quiere decir y lo que su discurso significa”.2 ¿Qué implicaciones tiene llegar al supuesto de una equivalencia tal? Pues bien, se trata, por un lado, de sostener que el sujeto hablante podría reconocer y expresar con plena claridad la intencionalidad de aquello que dice. Por otro, que sería posible captar el significado del decir, tanto para el hablante como para quien escucha, haciendo posible, entonces, la comprensión del significado mismo del discurso en juego. Si es así, todo supuesto acerca del sujeto del inconsciente queda excluido. Es por ello que en el comentario anterior mencioné que, en la perspectiva de Ricoeur, hay un desconocimiento fundamental del lenguaje como condición de lo inconsciente y de este último como condición de la lingüística; condiciones señaladas enfáticamente por Lacan, que determinan la diferencia central por la cual la interpretación en psicoanálisis no se sostiene en la búsqueda de comprender el significado del discurso, ni en el supuesto de algún sentido claramente aprehensible, presente en la intencionalidad del sujeto hablante.

John James Gómez G.


1    Ricoeur, P. 1995. Teoría de la interpretación. Discurso y excedente de sentido. Siglo XXI Editores. pág. 16.

2    Ibídem, pág. 42.  

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